miércoles, septiembre 02, 2009

Mente de pez danzando en el horizonte de sucesos



Uno de los efectos de la actual web social es la llamada mente de pez. Unicamente tiene una memoria a corto plazo donde lo último es lo único que existe. Todo lo anterior se da por pasado o por peor que lo nuevo. En el mundo de la tecnología y de los gadgets parece que es así, pero en la literatura se dan por buenos verdaderos rollos.

Por otra parte este efecto a corto plazo nos inabilita de disfrutar de libros que no avanzan a la velocidad de crucero que estamos acostumbrados. Este efecto es muy común durante el año en el que con tanta cosa urgente solo se pueden leer cosas simples.

Este año, durante el verano, he disfruta de un gran libro : 2666. Me había encantado los detectives salvajes, pero este se disfruta por el mero placer de leer. En lugar de desear acabar y llegar al final es como pasearse por un parque, con pequeños senderos que parecen no ir a ninguna parte y con el estilo del libro.

Si lo comparamos con uno de las porquerias del año (la saga milenium) que no son más que unos libros de novela negra alargados y farragosos. Que diferencia de cualquiera de las novelas de Dashiel Hammett o de Raymon Chandler, que en 100 paginas cuentas historias más complejas que esta en 800 (en las cuales solo deseas llegar al final y pasar página, vamos consumirla y tirarla).

En cualquier caso estamos con cambios y mejoras mínimas respecto a las decadas anteriores (anda que declarar el caballero oscuro lo mejor del milenio ). Es como si nos encontrasemos cerca del horizonte de sucesos de una singularidad, creemos avanzar a gran velocidad cuando en realidad solo mejoramos asintoticamente.

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